el otro día mientras tomábamos algo con nacho se sumó un amigo de él y entre charla y charla, copas y copas surgió el tema de los controles de alcoholemia.
hasta ahí todo bien, anécdotas van, anécdotas vienen, pero en un momento este pibe comenzó a relatar como 'coimea' a los agentes. lo paran y él tiene ya toda una técnica, y la explicaba con tanta soltura y se llenaba la boca con pensamientos y formas de actuar que me daban ganas de reventarle la cabeza contra la pared.
en una de sus historias contó como, tan rápido y avivado, le dio $100 a un agente para que este le haga una 'atención' ya que él estaba seguro que el control le daba positivo, me miró esperando algún halago mio o complicidad, pero con mi mejor cara de malos amigos le dije, '...yo no le doy ni en pedo 100 mangos, prefiero el control y que me lleven el auto...' y me quedé mirándolo serio para que entienda que no estaba jodiendo.
luego le expliqué mi punto de vista sobre lo bueno que son controles, de como pueden llegar a salvar vidas, de como generaron la cultura de salir sin automóviles cuando se va a ingerir alcohol y él bajó un poco las revoluciones de su impunidad acordando conmigo ciertos puntos, pero su conducta corrupta y su pensamiento impune ya estaba establecido, y para mi eso fue suficiente.
cuando se podrá terminar con este ciclo impune de conductores ebrios que transan para zafar y los agentes que transan para salvar la noche y hacer la vista gorda ante las infracciones? como siempre, tendrá que pasar algo malo en nuestro entorno para ver realmente la verdad? cuántos como este pibe hay que son un peligro? cuántas preguntas sin respuestas....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario