octubre 15, 2010

una tarde de niños

ayer por la tarde me quedé en casa cuidando a tomás.
primero tuve miedo, era nuestra primera tarde solos, sin madre ni abuela. al llegar me dieron todas las recomendaciones pertinentes, donde estaba la mamadera, el chupete, los pañales, las galletitas, el agua y la mar en coche.
tomás estaba en el patio, lo saludo y nos ponemos a jugar en el patio.
fue mágico, pude volver a sentir lo que es meter un gol en el maracana, ante millones de brasileros en la final del mundial. volví a imaginar meter un doble en el último microsegundo de una final de la nba, con el estadio lleno y en el séptimo partido.
en esta oportunidad fue tomás quién me hizo volver a sentir niño y poder divertirme cuando la pelota se quedaba atorada en la escalera, pegaba en la puerta haciendo ruido o escandalizarnos cuando se iba al cantero. otras veces siento lo mismo con valentima, con quien nos imaginamos cocinando, cuidando bebés o bailando en escenarios multitudinarios, recibiendo ovaciones y aplausos de nuestros fans.
volver a pensar en el momento, disfrutar de lo más pequeño, imaginar lo inimaginable, el mundo de los chicos debería ser el mundo de los grandes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío Paul!
La próxima vez que nos veamos vamos a tener que sumar el tenis porque me re copé con unas raquetas que hay en casa!!! Y de vez en cuando engancho la pelota y le pego de 10!!!
Estuvo buenísimo que me cuidaras y que juguemos juntos! Ahora te espero en Buenos Aires!
Beso con ruido enorme!
Tomásssssssss