él es aladeen, un dictador del norte de áfrica que está enriqueciendo uranio para la utilización de armas de destrucción masiva, obviamente niega todo y no deja ingresar a los inspectores. la onu le da un ultimatum y le ordená explicar qué pasa en su país o lo invaden. aladeen viaja con su comitiva a new york para dar su discurso.
allí lo espera un montón de gente en contra de su régimen, acusándolo de genocida, dictador y de imponer la mano dura, todas acusaciones ciertas. su mano derecha pretende asesinarlo y allí descubrimos la trama secreta, quieren imponer una democracia a fin de los petroleros yanquis, británicos y chinos.
aladeen es remplazado por un doble y el verdadero luego de zafar de la muerte, en una genial escena de tortura inconclusa, debe trabajar en nyc, hacerse pasar por yanqui, contactar a un rebelde que quiera instaurar su causa y salvar su 'dictadura' evitando la falsa democracia.
una buena película con gran humor irónico, y toda cercanía a la realidad es pura coincidencia.
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