ha llegado el 24 y todo el mundo enloquece. Que la comida de esta noche, que el regalo, que falta comprar esto, que no me acordé de aquel, que pensará si pasa esto o aquello... por favor, es tan solo una noche y encima nadie se acuerda del real motivo, salvo mi abuela, que muy tranqui ayer me dice, mucha comida, muchos regalos, pero nadie se acuerda de ir a misa.
Yo por lo pronto, cuando sean las doce levantaré mi vaso y trataré de acordarme de todos ustedes, luego agradeceré en silencio y calculo que me iré a dormir, recordando el regalo que me hice. Aca les va un adelanto.
Abrazo navideño, nos vemos luego de las doce.
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