Volví... y estoy a full

Después de un tiempo sin escribir, vuelvo a hacerlo. No a pedido del público, sino porque tan solo lo vuelvo a hacer.
Si alguno se preguntó el porque de este parate es que hace unos días cayó en coma mi monitor. Luego de intentar revivirlo a los golpes (como lo venía haciendo) no tuve más opción que llevarlo a arreglar, con la amarga sensación de que dicha reparación pudiera ser muy costosa y tener que adquirir uno nuevo. Pero no fue así. Sigo teniendo el mismo de siempre, ahora un poco más limpio y con algunos componentes nuevos que hacen el guacho tire unos años más, esperemos.
Pero eso no es lo importante de este día. Hoy, luego de un tiempo, volví a ir al cine. Para sorpresa de algunos, hoy no me pelee con nadie en el Village. Mi prima me invitó a una función gratis y fui sin pensarlo dos veces.
Lo bueno fue que era a las 22.00 y como no había mucha gente en la Escuela donde tengo el bar, metí llave y me rajé temprano, silbando bajito y con las manos en los bolsillos.
Fui a ver “Alfie”, un bodrio. Comienza la película y el flaco empieza a hablarle al público y le cuenta su vida y porqué él es como es. Y lo hace toda la película!!
Utiliza un recurso muy bueno que es sutil; a medida de que el personaje del flaco camina o vive cosas, detrás suyo en la calle, a modo de publicidad, se ven carteles con palabras como “desire”, “wish”, “search”; y van con diferentes momentos del loco, te hace ver más allá del primer plano visual y te deja con ganas de más, pero el director lo usa poco; y en momentos que por ahí los tiene que poner, lo deja hablando al tipo este.
Lo mejor, una minita rubia que hace de novia de él, una bomba... Lo peor, el loco (Jude Law) mirando a cámara todo el tiempo diciendo “You know what I mean?”
Una película para perderse, según la opinión de este humilde servidor.