He decidido escribir en el blog algunas reseñas de ciudades que he visitado y lo hago para compartirlas, la primera es la hermosa ciudad de Berlín, capital de Alemania, dos ciudades, dos mundos que son y fueron siempre uno.
Reseña histórica | geográfica
Berlín es la capital de Alemania. Antiguamente, luego de la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría, fue la capital de la Alemania del Este. Y este es el mayor punto de interés que reviste la gran capital alemana, todo lo referente a la Segunda Guerra Mundial y lo sucedido años posteriores.
Finalizada la última contienda mundial, los victoriosos se dividieron a una Alemania destrozada, y su capital no fue la excepción. Las partes de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, estaban bajo el régimen capitalista y la parte correspondiente a la Unión Soviética bajo el pensamiento comunista. El éxodo desde el este al oeste era tan grande que decidieron construir el famoso Muro. Pared con una extensión de más de 40 km, que dividió la ciudad, las familias y la vida en la capital.
Las dos partes de Berlín crecían y hacían su vida muy diferente, mientras la occidental avanzaba al ritmo de la tecnología y el consumismo; la oriental se resguardaba en las ideas socialistas, siguiendo lo impuesto por el régimen de Rusia.
Los habitantes del este intentaban escapar hacia el oeste y cientos de ciudadanos murieron en el intento, la vida cotizaba caro cerca del muro. La pelea entre Estados Unidos y Rusia tenía como epicentro la ciudad y los berlineses en el medio. Comunismo vs capitalismo, era una batalla ideológica sin cuartel. La Tercera Guerra Mundial estuvo a segundos de empezar cuando tanques de ambos países se enfrentaron a metros en uno de los cuatro pasos habilitados para cruzar de uno a otro lado. No hubo una Guerra Nuclear solo por milagro.
Ya terminando los años 80, el régimen comunista ruso empieza a caer y con ello la capital de Alemania del Este, la República Democrática Alemana. El 9 de Noviembre de 1989 será recordado por siempre como el día en que cayó el Muro y comenzó la reconstrucción de Alemania y, por que no, del mundo también.
Qué hacer?
Berlín es la capital de la tolerancia, todo está permitido, todo se puede hacer.
En Berlín se puede respirar arte, arquitectura, cine, se puede escuchar toda clase de música, desde la clásica hasta el rock, pasando por el pop y llegando a cualquier variedad del techno.
Se puede andar en bicicleta por sus hermosas avenidas y descansar en el magnifico Tiergarten. Se puede caminar hasta la puerta de Brandeburgo y allí intentar descubrir la historia de ese lugar.
Pero lo más interesante para hacer en la capital es recorrer a pie por donde atravesaba el Muro y ser parte de la Guerra Fría.
Poder ver y sentir las diferencias entre el Este y el Oeste, en Berlín podemos ser parte de una transformación permanente, podemos ver un típico edificio comunista, bajo de cinco pisos, todos iguales, con el mismo color de pintura, sin ninguna distinción entre ellos y en la azotea un gigante cartel publicitario de Coca-Cola, uno de los mayores símbolos del consumismo capitalista salvaje.
Existen algunos tours gratuitos que se hacen a pie, son muy recomendables y con excelentes guías. Parten todas las mañanas desde la Puerta de Brandeburgo y son en diferentes idiomas, duran unas cuatro horas y tienen paradas para almorzar y tomar algún refrigerio. Brindan excelente información, recorren lugares por fuera de los mapas, tienen diferentes temáticas y luego del mismo se pide una colaboración de acuerdo al bolsillo de cada viajero.
Lugares
La Puerta de Brandeburgo junto al Muro son los símbolos de Berlín, y ambos son maravillosos. La Puerta está situada en una antigua entrada a la ciudad y su construcción fue terminada en el año 1791. Derribada la muralla que protegía la ciudad, solo quedó la puerta como símbolo. Muchos sucesos de la vida berlinesa tuvieron a la puerta como protagonista.
Hoy en día está situada en la Plaza Paris, donde comienza el Tiergarten y da comienzo al bellísimo boulevard Unter Den Linden. Las embajadas de Estados Unidos y Francia, asi como también entidades internacionales rodean a la Plaza y con su arquitectura antigua dan un marco imponente a la histórica Puerta.
El Muro de Berlín se puede ver en algunas partes de la capital, pero lo más impactante es que en las calles y avenidas de Berlín hay una línea realizada con adoquines que marca por donde pasaba la pared divisoria. En algunas partes de la ciudad se encuentran partes del Muro y uno puede ver y sentir lo que fue, pero también puede apreciar los graffitis y pintadas que se realizaron cuando cayó y experimentar en una dosis diminuta lo que sintieron aquellas personas que luego de tanto tiempo pudieron atravesar libremente de un lado al otro.
A metros de la Puerta se encuentra el Monumento a los Caídos Judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Estar allí hace enmudecer a cualquiera. Es un sector de aproximadamente una hectárea (100 metros por 100 metros), donde se levantan bloques de cemento de un metro por dos. El piso del Monumento se profundiza, y los bloques aumentan su altura, a medida que nos acercamos al centro del mismo, por lo que nos da la impresión de que estos bloques ‘crecen’. Los bloques están puestos a la exacta misma distancia unos de otros y crean una perfecta cuadrícula, esto nos permite ver hacia adelante y para nuestros costados solo cuando llegamos a una ‘intersección’ de las callecillas que se forman. La separación entre bloque y bloque no es de más de medio metro lo que nos da una escalofriante sensación de soledad, de no saber quién está a nuestro lado. A pesar de estar con alguien allí dentro estamos solos, no vemos a nadie más, pero las escuchamos, las sentimos. Es un monumento increíble, para caminarlo algunas veces y para reflexionar por siempre.
También cerca de la Puerta y del Monumento se encuentra el Parlamento Alemán. Luego de que se destruyó, como casi toda Berlín, en la Segunda Guerra Mundial, se construyó nuevamente, dejándose solo sus paredes exteriores. Los más moderno y lindo que tiene el edificio es su cúpula de vidrio, la cual permite tener hermosas vistas de la ciudad.
Como dijimos anteriormente, la Puerta sirve también como entrada al Tiergarten. Este hermoso parque está ubicado en el corazón de la capital y brinda aire puro a solo segundos del ruido de la ciudad, sus claros permiten tomar sol, andar en bicicleta, hacer deportes o tan solo caminar libremente. En el centro del parque se halla la famosa estatua de la victoria, enorme e imponente parece cuidar al parque y a todos sus visitantes.
Teniendo como eje la Puerta de Brandeburgo, podemos caminar por el hermoso boulevard Unter Den Linden y dirigirnos hacia AlexanderPlatz, la plaza ícono de la Alemania del Este. En nuestro camino nos encontraremos con la isla de los museos, un sitio que reúne cinco importantes museos y fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Más adelante encontraremos la Catedral de Berlín y uno de los edificios dedicados a la ópera.
Para llegar a Alexanderplatz solo tenemos que seguir la gran Torre de Televisión, que con sus casi 400 metros de altura la vemos desde toda la ciudad. Un sitio que posee en lo alto un restaurant giratorio que nos permite ver en 360º todo Berlín. A su alrededor podremos ver comercios y construcciones comunistas que, a pesar del tiempo pasado, todavía siguen estancadas en el tiempo.
Ya fuera de nuestro recorrido, hay que ver la iglesia bombardeada y partida al medio en la Segunda Guerra Mundial, es asombroso como puede destruir una bomba y cuánto daño se aprecia aún hoy en esa construcción.
Un lugar que no pude dejar de visitarse es el Checkpoint Charlie, uno de los cuatro puntos donde los alemanes del este podían pasar al oeste y viceversa. Es el más famoso, el que más gente pasaba y el testigo de los mayores escapes. Hoy en día existe un museo dedicado a eso y en su muestra permanente se pueden ver vehículos utilizados para pasar ciudadanos de Alemania del Este hacia la Alemania Occidental, sus dobles fondos, sus trucos. Hay fotografías, relatos y objetos utilizados en los más inteligentes escapes.
Un lugar para los fanáticos del deporte que deben visitar es el Estadio Olímpico, lugar donde el Hertha BSC Berlín hace las veces de local y donde la final del Mundial de Fútbol 2006 se llevó a cabo. Un moderno e imponente estadio con todas las comodidades para ver un hermoso partido de fútbol.
Cómo moverse?
Recomendable caminar por entre los monumentos, de un lugar al otro, descubriendo partes del Muro, museos, bares o edificios históricos.
El Metro es muy bueno, abierto casi las 24 horas y con servicios a horario, limpios y seguros están declarados como los mejores de Europa.
Lo Mejor!
La diversidad que cuenta la ciudad.
La apertura cultural, su rica y no tan lejana historia. En cualquier lugar ocurrió algún hecho relevante de los últimos años, hechos que vemos en la tv, hechos que inspiran películas, hechos que nos interesan, que hemos vivido.
Lo peor…
Tal vez sea el miedo que tenemos los turistas hacia lo desconocido, hacia lo diferente. Y Berlín en ese sentido nos depara miles de sorpresas a cada rato, y a la noche es peor, pero la capital no tiene muchas cosas malas, al menos que me hayan pasado a mi.
Mi anécdota
Ibamos caminando con mi hermana por el Tiergarten y en un claro vemos unas personas tomando sol, recostadas algunas y otras practicando deportes, como tenis o volley. De repente mi hermana me dice ‘están haciendo topless’, hacemos un silencio y me vuelve a decir ‘no, están desnudos!’, entonces prestamos atención y nos detenemos a verlos ya que se encontraban a unos 40 metros, ‘son todos hombres’ me dice casi gritando.
Asombrados por el grupo de hombres nudistas que estaban descansando y pasando un buen momento nos alejamos, comentando que Berlín podía llegar a ser el único lugar donde podían estar tan tranquilos y sin ser molestados por nadie.
Info oficial
http://www.berlin-tourist-information.de/index.en.php