junio 05, 2006

un día en buenos aires

hoy tuve que ir a buenos aires para hacer un trámite en la asociación argentina de actores, entonces me levanté mucho más temprano de lo acostumbrado y me fui. me tomé 'el pulqui' y rara fue la sensación al descubrir la línea de cuatro que estaba sentada detrás mio... por la punta derecha una madre con un bebé, digamos de un par de meses, a su lado una ¿prima? que dormía en cambio de ayudar a calmar al infante. por la punta izquierda una contenta madre de un niño de tan solo cuatro meses y como stopper una contenta pasajera que hacía reir y divertir a los despiertos bebés, les recuerdo que eran las siete de la madrugada. para mi tranquilidad se sentó a mi lado una señora con más kilos que los convenientes que desplegó su campera revoleándola al aire y tapándose todo su grande cuerpo, obviamente poniendo ningún reparo en que la mitad de la prenda de vestir devenida en frazada estaba sobre mi cuerpo. hecho esto me uzurpó el apoyabrazo y no lo largó en todo el viaje.
ya me estaba por dormir cuando a unos cuantos asientos se sentó una joven señorita, de blondos cabellos enrulados, esbelta figura y modelezco andar. obviamente llamó mi atención y más porque se encontraba sola, tenía una mochila y eso hizo pensar en mí que tal vez solo iba a la capital para realizar un trámite tal cual lo estaba haciendo yo; me quise estirar para verla mejor y de paso llamar su atención, pero un "...decile chau a la abue ignacio!!..." me hizo apoyar nuevamente mi espalda en el asiento y rogarle al barba que me hiciera dormir inmediatamente. a pesar de los llantos, rayos de sol pegando dentro del colectivo y movimientos de la gorda de al lado llegué a dormirme para despertarme en thames, unas cuántas paradas antes de la terminal de retiro, espié a la chica y vi que tenía los ojos tapados con unas anteojeras, lo cual potenciaba su belleza, aunque ahora se encontraba un poco escondida tras esas rídiculas gafas, pero si no le importaba que dirían los demás, mejor para mi.
en retiro se bajaron los niños, las madres, la gorda y la chica; yo bajé del autobus y busqué a la chica con la mirada, cuando la encontré ella me llevaba casi una cuadra de distancia, nada para mi veloz andar entre la gente viajera. hizo el mismo camino que yo y eso facilitó todo, tenía miedo de que se tomé un colectvio o un taxi, pero para mi alegria bajó en la boca del subte, justo hacia donde yo iba. bajé a ese mundo de hombres topos y la perdí. resignado compré mi boleto y subí al vagón. lo bueno que tiene el subte es que hay una mixtura de gente muy rara, comerciantes, estudiantes, vendedores, clase media, baja, mp3, radios spica, libros, revistas, y la rubia se sienta al lado mío!! tuve que mirarla dos veces para cerciorarme que era la misma, pero si era. a la segunda inspección ocular, me sonríe y le digo con una sonrisa,
- 'hola, vos viajaste en el pulqui desde rosario?'
- 'si, vos también'- me responde y me deja sin palabras.
las puertas se cierran bruscamente y el subte comienza a viajar, ella mira hacia el otro lado, un joven la choca y distrae nuestra tropezada charla.
- 'che, y sos de rosario? a qué venís?'- intenté seguir la charla.
- '¡¡¡la nueva guia t, actualizada al momento con el recorrido de todos los colectivos, los subtes y los trenes!!! imperdible!! hay que tenerla, útil para el bolsillos del caballero y la cartera de la dama!! ustedes cuanto pagarían por algo tan preciado?!?!
el loco empezó a repartir el librito a cada uno de los que estábamos allí sentados y seguía hablando, 'tan solo dos pesitos!! una guia que lo sacará de apuros y le ayudará a ir por la ciudad sin ningún problema, flaco? do pesito? no? 1,50 y te la doy?
- 'no capo, todo bien'- traté de zafar.
el subte llegaba a la primera estación, solo me quedaban dos estaciones antes de bajarme y hacer combinación, el tiempo apremiaba. sube más gente, una anciana me mira con cara de cordero degollado y yo para sumar algún posible punto en mi conquista le cedo el asiento; le sonrío de forma cómplice a mi chica y me paro, ella me devuelve la sonrisa, ya vamos por la mitad de las estaciones, le quiero hablar, me agacho un poco.
- 'entonces.......'
- 'bbbbbbbbbbbbbrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
el subte se cruza con el otro que va en dirección contraria y el sonido es ensordecedor, nada se escucha, no entiendo como la gente puede hablar por celular y entenderse.
tras unos instantes de pérdida del sentido del oido veo que uno de los que hablaba por teléfono corta la comunicación y su cara dice '... ma si curtite...' y me doy cuenta de que no escuchan ellos tampoco. vuelvo a mi rubia. el vagón llega a la estación, gente sube y gente baja, solo me quedaba un toque hasta bajarme, era ahi o nunca, cuantas veces me pasa que una rubia me sonrie?
arranca el subte, sigo parado al lado de la rubia, el tiempo apremia, tengo que pensar rápido, tengo un trámite importante por hacer, no puedo demorarme, pero tengo a la rubia que cada tanto levanta la vista.
- 'en esta estación hago combinación, vos hasta donde vas?'- le tiro.
- 'flaco, una moneda? no tengo laburo, me echaron de casa, por favor, no te quiero joder'-
no tengo tiempo por perder, meto la mano en el bolsillo y le doy una moneda, no se de cuánto era, necesitaba escuchar una vez más su voz.
- 'no se, ahora me tengo que fijar'-
el tren llega a la estación, era un trayecto corto, se abren las puertas, me bajo. la miro por última vez, comienzo a caminar con la cabeza baja, 'lo bueno fue que por lo menos me animé, mira si me daba bola, que bueno hubiera estado', pensaba mientras esquivaba la gente y leía los carteles que rezaban 'combinación línea A', cada tanto me daba vuelta para ver si estaba detrás mio, pero iba a ser demasiado. en ese pasaje que combina las diferentes líneas hay un mural con muchos personajes porteños, todos anónimos, hecho por Horacio Altuna, muy bueno.
Llego a donde el otro lunes me había pasado y doblo como un local, a paso apurado, haciendo tiempo record, escucho un tren en las vías, varios porteños se apuran, 'no serán más que yo' me digo, y apuro mi paso, subimos las escaleras y el tren se va.
a esperar unos cuatro minutos treinta, decía un cartel y bue, leemos los diarios de ojito, como hacen acá, titulares de revistas, minas con poca ropa, crucigramas y sudokus. llega mi tren, me subo y miro hacia afuera, me parece ver a la rubia en el anden, enfoco mis cansados ojos, si! es ella, se sube al vagón de adelante, se cierran las puertas y arrrancamos. me levanto de mi asiento y quiero ir al otro vagón, pero las puertas que separan los carros no se abren, tendré que esperar a bajar. primera estación, no la veo, de los nervios no me avivé de cambiar de vagón, solo la busqué con la vista, segunda estación, me tengo que bajar, me apuro, la busco, no la encuentro. otra vez!! la gran puta, comienzo a saltar para tener una visión más alta, una señora me observa, cree que estoy drogado, la miro y abro los ojos bien grandes, comienza a caminar rápido, me rio y sigo buscando, nada. agarro la escalera y salgo a la calle con la ilusión de verla en la vereda, nada, solo el congreso de la nación con su plaza, con sus vallas impenetrables declarando una gran controversia, por qué si es el templo de la democracia está cercado con tanta seguridad? con tantos policías a su lado? trato de pensar en otras cosas para no darme cuenta de que la rubia se me volvió a escapar, como pudo ser? en que estación se bajó? se habrá bajado?
sigo pensando y llego a la a.a.a., entro, saludo y subo para hacer el trámite, no problem, pago y me dan el tan esperado papel, un papel que si no te lo dan no sirve de nada el esfuerzo de tanta gente que puso un montón de si mismo en el proyecto, 'bue, tanto quilombo para un papel' pienso, y se me vienen a la mente un montón de cosas que solo sirven si tenés un papel, sino nada, ni recompensas, ni crédito, nada salvo la propia satisfacción y la rubia!!!
- 'otra vez vos!, que haces aca?'- le disparo sin pensar lo bruto que fui.
- 'vengo para hacer un casting', me responde.
- 'sos actriz?'- pregunto de manera obvia.
- 'claro, de rosario, pero hago algunas cosas aca', me explica, 'vos? que haces aca, me estás siguiendo?'
- 'vos me seguís', le dije y nos reimos a duo.
- 'vos no trabajaste con fito?' me preguntó y miró intrigada.
debo aclarar que yo no entendía nada y menos cuando la llamaron de una oficina.
- 'tengo para todo el día, después nos vemos en rosario' me dijo, y se fue. se dio media vuelta, saludó a la mina que la llamó y entró. no me dió tiempo a nada ni a pedirle un teléfono, ni a dejarle el mío, nada, por tercera vez, la había perdido.
sinceramente ahora que lo pienso debería haberla esperado, pero estaba tan indignado que me fui, metí los papeles en mi bolso, saludé al empleado nuevamente y me fui.
le hablé por teléfono a mi viejo, lo saludé y me fui. tomé el subte y me fui. llegué a retiro a través de las mismas combinaciones que había hecho, pasé por los mismos lugares en donde la había visto y me fui. me subí al colectivo y para mi sorpresa saben quién estaba allí....
... un niñito de menos de un año... llorando y pataleando. me senté y miré por la ventana, la silueta de los altos edificios se recortaba con el contraste de la villa 31, cerré la ventana y traté de dormir ante los gritos del niño.
el colectivo arrancó su marcha, se detuvo y subió una persona, en mis ojos era la rubia, pero se fue para arriba y no quise ni siquiera pensar en eso, volví a cerrar los ojos y agradecí que el asiento de mi lado no estuviese ocupado.
- 'está ocupado o reservado?' me dijeron.
me moví un poco y mis ojos descubrieron a la rubia preguntándome eso con tono cómplice.
- 'por favor', y le corrí mi bolso para que ella se sentara. mirándola sin salir de mi asombro le pregunté - 'no tenías para toda la tarde?'
- 'no se, no me gustó y me fui rápido, no creo que hubiese funcionado y me vuelvo a rosario, no suelo hacer estas cosas, pero...'-me respondió y levantó sus cejas en señal de no saber muy bien que estábamos haciendo.
- 'es mucha coincidencia todo esto? o sea, nos cruzamos en muchos lados, o no?- intentaba tirar una conversación y que no descubra que estaba sin saber que decir. se me acercó lentamente al oido
- 'hoy te vi en un montón de lados, pero hay un solo lugar que te quiero tener'- hizo una pequeña pausa, yo no sabía que mierda hacer ni decir.
- 'me gustaría verte en... RETIRO TERMINAL!!!' gritó el chofer.
me desperté con vaya a saber que cara, en el asiento de al lado la gorda, el niño y su madre de atrás habían mutado en vaya a saber que parada por un gordo estudiante con mochila que me miraba raro, el sol matutino me pegaba en la cara. me levanté, cargué mi bolso y entre una confusión muy grande agradecí no haber escuchado al chico llorar ni a la gorda molestarme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se cuanto tiene de verdad y cuanto de imaginación, pero.... NUNCA VAS A TERMINAR BIEN UNA HISTORIA!!!! QUE HDP!!!

Anónimo dijo...

Gran historia Pablito, me entretuve mucho y te pude imaginar en cada momento descripto,... mas suerte en la próxima..